Cómo cambia el comportamiento del perro a medida que crece

Tener un amigo peludo puede ser una experiencia increíble. Sin embargo, a medida que pasan de ser un cachorro vivaz y juguetón a un perro más maduro, su comportamiento puede empezar a cambiar. Esto puede ser desconcertante para los dueños de mascotas, que pueden tener dificultades para entender por qué su amado amigo canino actúa de forma diferente. Para ayudarte a comprender mejor las pautas de comportamiento cambiantes de tu peludo, este artículo tratará las formas en que puede cambiar el comportamiento de un perro a medida que crece y lo que puede significar.

Etapas de la vida de un perro

La vida de un perro puede dividirse de forma amplia en cuatro etapas distintas: cachorro, juvenil, adulto y anciano. En cada una de estas etapas, los perros tienden a mostrar ciertos comportamientos característicos que son reflejo de su edad y estado de desarrollo.

Fase de cachorro: Los cachorros son inquietos e inquisitivos por naturaleza, y sienten una gran curiosidad por explorar el mundo que les rodea. Por eso, los cachorros suelen tener un juego hiperactivo y enérgico, morder y ponerse cosas en la boca, y mordisquear objetos.

Etapas juveniles: Una vez que un perro alcanza entre 6 meses y 2 años de edad, se considera que está en la etapa juvenil. Los perros jóvenes suelen ser más independientes y seguros de sí mismos que los cachorros. Puede que empiecen a desafiar la autoridad de su dueño y que muestren un mayor comportamiento territorial.

Etapa adulta: Cuando un perro alcanza su tercer o cuarto año, habrá hecho la transición a la etapa adulta. Los perros adultos suelen ser más reservados, tranquilos y contentos que los más jóvenes. Suelen disfrutar de la compañía de los humanos y estar deseosos de agradar.

Etapa sénior: Cuando un perro alcanza los 7 años, se considera que está en la etapa sénior. Esta es la etapa de la vida en que los perros son más propensos a tener problemas de salud, y su comportamiento puede reflejarlo. Los perros mayores suelen volverse más letárgicos y menos enérgicos, y pueden tener dificultades para desplazarse y moverse por su entorno.

Cómo cambian los perros adultos con el tiempo

Aunque las descripciones anteriores sirven como pauta general, es importante recordar que no todos los perros encajan perfectamente en estas categorías. El comportamiento de los perros individuales puede verse influido por diversos factores, como su raza, temperamento, experiencias pasadas y condiciones de vida. A medida que un perro crece de cachorro a adulto, su comportamiento también cambiará en respuesta a estos factores.

Cambios en los niveles de energía: Los perros jóvenes suelen estar rebosantes de energía, lo que a veces puede resultar agotador para sus dueños. A medida que los perros crecen, sin embargo, a menudo se vuelven más tranquilos y satisfechos. Los perros mayores aún pueden disfrutar de correr y jugar de vez en cuando, pero suelen ser menos enérgicos que sus congéneres más jóvenes.

Cambios en los niveles de agresividad: La agresividad es una parte normal y natural del comportamiento de un perro. Sin embargo, a medida que los perros crecen y se hacen más maduros, sus niveles de agresividad pueden cambiar. Los cachorros y los perros juveniles son más propensos a mostrar comportamiento agresivo, como gruñir, bufar o morder, mientras que los adultos suelen ser más calmados y menos propensos a atacar.

Cambios en la sociabilidad: Los perros jóvenes suelen estar ansiosos por jugar e interactuar con otros perros y personas, pero pueden volverse más selectivos a la hora de relacionarse a medida que crecen. Los perros mayores aún pueden disfrutar de la compañía de su familia humana y amigos íntimos, pero pueden ser menos tolerantes con los extraños y los perros poco conocidos.

Cambios en la respuesta a órdenes: A medida que crecen, los perros suelen ser mejores comprendiendo y respondiendo a las órdenes. Sin embargo, esta mejora en la capacidad de respuesta puede ir acompañada de una disminución de la motivación para cumplir. Los perros mayores suelen estar menos ansiosos de agradar y pueden ser más propensos a desafiar y desobedecer.

¿Qué pueden significar los cambios de comportamiento?

El comportamiento de un perro puede cambiar por muy diversas razones, como cambios en el entorno, la salud y el estado de ánimo. La clave para entender por qué se comporta de determinada manera es observar su comportamiento y buscar patrones y posibles causas. En general, los siguientes cambios de comportamiento deben servir como señales de advertencia de que algo podría ir mal:

Aumento de los niveles de ansiedad o agresividad: Si un perro se vuelve repentinamente más ansioso o agresivo, puede ser una señal de que se siente estresado, inseguro o mal. Si un perro muestra un comportamiento agresivo o ansioso durante mucho tiempo, es importante consultar con un veterinario para descartar cualquier problema de salud subyacente.

Disminución de los niveles de energía: Aunque es natural que los perros se vuelvan menos enérgicos a medida que crecen, una disminución repentina y notable de los niveles de energía puede ser una señal de alarma de un problema de salud subyacente. Es importante controlar los niveles de energía de un perro mayor y consultar a un veterinario si se producen cambios significativos.

Cambios en los hábitos de alimentación y bebida: Los perros pueden experimentar cambios en sus hábitos de alimentación y bebida a medida que envejecen, pero cualquier cambio significativo o prolongado debe investigarse. Un perro que pierde repentinamente el apetito o empieza a comer o beber más de lo habitual puede estar experimentando un problema de salud.

Conclusión

El comportamiento de un perro puede ser un reflejo de su edad y estado de desarrollo, así como de varios factores externos, como la raza, el temperamento y las condiciones de vida. A medida que los perros crecen de cachorro a adulto, su comportamiento suele volverse más reservado y tranquilo. Sin embargo, es importante ser consciente de cualquier cambio en el comportamiento de un perro, ya que pueden ser señales de advertencia de un problema de salud o de comportamiento subyacente. Al comprender y observar atentamente el comportamiento de un perro, los dueños de mascotas pueden entender y abordar mejor cualquier cambio potencial.

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